Probablemente, los perfiles de cargo en muchas organizaciones ya no son los mismos que hace cinco u ocho años, o incluso puede que varias posiciones actuales en las compañías ni siquiera existieran. Muchas de las competencias necesarias para dominar estos cambios y adaptarse al escenario actual no se aprenden en las universidades.
Los continuas y revolucionarias transformaciones en las dinámicas, relaciones y espacios de trabajo están creando la necesidad de adquirir nuevas competencias que permitan responder a estos desafíos con éxito.
Para que las personas puedan competir y ser relevantes en el mercado laboral, deben dominar cuatro competencias fundamentales.
Fluidez Digital
La transformación digital impacta en todas las industrias. Ser capaz de hacerse amigo de las máquinas y empezar a hablar su lenguaje es una de las habilidades más críticas para el mundo laboral del futuro. La tecnología solía ser un departamento más de la compañía, ahora todas las personas son un mundo rodeado de tecnología en su día a día.
Se trata de saber cuáles herramientas tecnológicas usar y en qué momento hacerlo. Las organizaciones van a tener que preparar a sus equipos para que trabajen con aplicaciones basadas en inteligencia artificial, pero además de ello, hay que saber explotar esa inteligencia, sacarle el mayor provecho y saber cómo ponerla al servicio de la productividad de sus usuarios.
Networking
A medida que la tecnología se expande y las nuevas dinámicas laborales evolucionan en todas las áreas del mercado, tener una red profesional de contactos especializada en los temas de nuestro estudio e interés es clave para mantenerse actualizado con la opinión de los expertos, las últimas tendencias y las mejores prácticas.
Está demostrado que la construcción de redes profesionales es la forma más efectiva de adquirir nuevos conocimientos y recomendaciones. Comprender esto y dedicar tiempo a cultivar a lo largo de la carrera una red de contactos adecuada, va a permitir acceder a oportunidades de desarrollo profesional para impulsar el crecimiento laboral y personal.
Marca Personal
Ser exitoso a nivel laboral implica diferenciarse de los demás. Para ello es necesario construir y alimentar una marca personal que defina quiénes somos, qué podemos ofrecer con nuestro trabajo y en qué queremos convertirnos. Esto implica crear y mantener una reputación, inspirar confianza y conseguir los contactos adecuados para evolucionar profesionalmente.
Para crear esa marca se puede empezar con lo básico: proyectar una imagen profesional en redes sociales como LinkedIn y crear un correo electrónico con el nombre adecuado para reflejar seriedad. Incluir los logros, las competencias más desarrolladas y combinarlas con las habilidades interpersonales es clave para empezar a construir reputación e inspirar confianza.
Resiliencia
La resiliencia o capacidad para sobreponerse a las adversidades y superar los problemas de la vida diaria, es una competencia clave en el mundo profesional para transformar las debilidades y dificultades en oportunidades de mejora y fomentar una cultura de innovación organizacional que permita transformarse y adaptarse a las exigencias del mercado.
La mejor forma de cultivar la resiliencia es concentrarse en evitar que las cosas negativas tengan más poder que las positivas en cualquier situación que se presente. Los reveses y fracasos son molestos, pero extraer lo positivo de cada experiencia, no evadir el problema, buscar soluciones y aplicar nuevos enfoques es la mejor forma de seguir adelante.
Aunque en muchas ocasiones las nuevas dinámicas laborales y la transformación digital puedan parecer un caos, los profesionales deben estar en capacidad de buscar soluciones innovadoras para afrontar esos desafíos con éxito. Estar dispuesto a desarrollar nuevas competencias laborales para mantener la competitividad, sentirse cómodo con el cambio y flexibilizar los procesos es clave para encarar los retos del mercado laboral en el futuro inmediato.