El feedback se refiere al proceso de retroalimentación y evaluación frente al desempeño profesional de una persona. Es un componente constructivo dentro del ámbito organizacional, si se realiza de forma adecuada ya que se tiene el concepto errado que se trata de un escenario para criticar la labor del trabajador.
A continuación, mencionaremos algunos de los beneficios más importantes de implementar esta práctica:
Construye confianza
Se trata de un reto de comunicación, esto implica que durante el proceso deben abrirse espacios para que los interlocutores tengan la posibilidad de preguntar en los mejores términos, sin convertirlo en un debate. La finalidad del feedback es generar un aprendizaje continuo en un ambiente cordial pero formal, de esta forma el proceso será mucho más efectivo.
Genera aprendizaje en doble vía
Aunque el objetivo principal del feedback es impulsar el crecimiento profesional del empleado, es importante recordar que este ejercicio puede proporcionar información valiosa para quien realiza la retroalimentación, y de esta forma convertirse en un vehículo que transmita ante instancias superiores las percepciones y sugerencias de los empleados. Sin embargo, se debe evitar a toda costa referirse al desempeño de terceros durante una sesión de retroalimentación.
Establece metas
Al diseñar un cronograma periódico de retroalimentación y cumplir con los parámetros del mismo, será más sencillo identificar el avance y la participación de cada integrante del equipo en la consecución de los objetivos que se plantean, en este sentido las cifras juegan un papel fundamental. Hay que tener en cuenta que el feedback no puede ser una práctica aislada, por el contrario, debe estar articulada tomando como referencia metas específicas de crecimiento.
Un enfoque positivo durante este proceso hará la diferencia y garantizará que los resultados a nivel productivo comprometan al grupo de trabajo a mejorar continuamente y proponer en conjunto soluciones ante situaciones adversas.
